Dietas y sus efectos (Parte 1):Dietas bajas en grasa

Para comprender de qué manera un tipo de dieta afecta la composición corporal, primero se debe entender de qué manera se analiza la composición corporal y cuáles son los compartimentos que se evalúan.

Los compartimentos corporales que se pueden evaluar son masa grasa, masa libre de grasa, agua corporal total, proteína corporal total, contenido mineral óseo, masa muscular, masa visceral, ente otras medidas más específicas a nivel de órganos, tejidos y contenidos extra e intracelulares.

Los métodos más utilizados en estudios de composición corporal generalmente evalúan masa grasa, masa libre de grasa (incluye masa muscular) y contenido mineral óseo. Por su buen nivel de precisión y validez, entre los métodos más utilizados en estudios están la bioimpedancia (BIA), pletismografía por desplazamiento de aire (Bodpod), y densitometría de energía dual (DEXA). Cada uno de los métodos tiene beneficios y limitaciones, cada estudio los utilizan dependiendo de las consideraciones prácticas y las implicaciones de la metodología a aplicarse.

El análisis a continuación, de los efectos de los diferentes tipos de dietas en la composición corporal, está basado en estudios que han utilizado los métodos mencionados anteriormente.

  • Dietas bajas en energía

Las dietas bajas en energía proveen aproximadamente 800-1200 kcal/día, y las dietas muy bajas en energía proveen 400-800 kcal/día. Este tipo de dietas están diseñadas para generar una pérdida de peso rápida, tratando de preservar al máximo la masa corporal magra. Las dietas bajas en energía generalmente contienen mayor proporción de proteína para evitar la pérdida de masa magra durante el proceso de reducción de peso. A pesar de esto, se ha visto que las personas bajo este tipo de dietas reducen un 25% de masa magra y 75% masa grasa de la pérdida de peso total.

En estudios realizados en participantes sedentarios con obesidad, se ha visto que el incluir ejercicios de fuerza y resistencia, ayuda a preservar la masa muscular durante dietas muy bajas en energía. Estos resultados no se pueden generalizar para personas con peso normal o deportistas debido a la falta de estudios.

Dietas muy bajas en energía generalmente se usa en personas con obesidad debido a la gran pérdida de peso inicial que ayuda a mantener una pérdida de peso constante a largo plazo. Las dietas muy bajas en energía se usan en la práctica clínica por períodos corto de tiempo debido a baja calidad de proteína ingerida, pérdida constante de masa magra y efectos adversos como cansancio, dolor de cabeza mareos y calambres musculares.

Es importante mencionar que las dietas muy bajas en energía no son relevantes para personas sanas y deportistas debido a que su uso no es adecuado en esta población.

  • Dietas bajas en grasa

No existe una definición específica o consenso para las dietas bajas en grasa, pero se puede relacionar con dietas que proporcionan menos de 20-35% de la energía total de la dieta como grasa. Esto está basado en los “Rangos aceptables de distribución de macronutrientes” definidos por el Consejo de Alimentos y Nutrición del Instituto de Medicina (Food and Nutrition Board of the Institute of Medicine, USA).

Las dietas bajas en grasa se han promovido a lo largo de los años con el objetivo de mejorar la salud pública. Estudios han demostrado que la reducción de la proporción de grasa de la dieta (a una proporción menor a la ingesta habitual), permite una reducción discreta pero constante de peso, grasa y medidas corporales. Disminuir la cantidad de grasa ingerida en la dieta, produce en consecuencia menor ingesta calórica, lo que a largo plazo ayuda a la reducción de peso corporal.

Dietas muy bajas en grasa son las que proveen 10-20% de grasa. En la literatura este tipo de dietas solo se han evaluado en relación con efectos a la salud en dietas vegetarianas o veganas que restringen drásticamente la ingesta de grasa; sin embargo, no se cuenta con suficientes estudios donde se evalúe su efecto en la composición corporal. Los pocos estudios realizados muestran que intervenciones que buscan evaluar el efecto de dietas con 10-20% de grasa, son difíciles de mantener ya que al final de la intervención (12 semanas) los participantes consumen aproximadamente 30% de grasa.

La reducción de grasa corporal en dietas muy bajas en grasa no es diferente de la reducción en otro tipo de dietas (alta en proteína o baja en carbohidratos). Más estudios son necesario para determinar con certeza cuáles son los efectos en la composición corporal de las dietas bajas en grasa.

Fuente:

International society of sports nutrition position stand: diets and body composition

https://jissn.biomedcentral.com/articles/10.1186/s12970-017-0174-y

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