Hambre emocional, ¿qué es?

De seguro has escuchado las siguientes frases o incluso las has dicho sin darte cuenta: Tengo hambre, pero no se dé qué, No tengo hambre de eso, Tengo ganas de algo, pero eso no… Todos en algún momento hemos dicho esto. ¿Estamos en la cocina dando vueltas sin saber qué picar o qué comer, eso es hambre? No necesariamente.

Alimentarte saludable no solo implica comer más frutas y vegetales, ya todo el mundo sabe eso. Comer saludable también involucra comer conscientemente, aprender a DISTINGUIR entre HAMBRE y solo ANTOJOS (o lo que sería hambre emocional).


Generalmente, la gente tiene hambre verdadera en los momentos principales de comida (desayuno,

almuerzo, cena), sienten necesidad de comer porque tienen un vacío en el estómago, están bajos de energía, disfrutan de cada bocado de comida, y siempre cuando alguien tiene demasiada hambre, la comida cualquiera que sea sabe deliciosa.


Alguien que está dando vueltas y vueltas sin saber qué comer, que solo busca algo para picar y no puede decidirse, no tiene hambre necesariamente. Muchas veces solo se necesita tener algo en la boca para calmar hambre emocional, por preocupaciones, estrés o cubrir alguna otra necesidad. Inclusive al comer en estos momentos la persona no se siente satisfecho al terminar su comida, no se disfruta la comida, la sensación de ansiedad muchas veces no disminuye y lo que es peor termina en culpa.

En estos momentos es necesario pensar un poco más, darse cuenta si el cuerpo tiene hambre o simplemente necesita tomar agua o si con una bebida ya sería suficiente, muchas veces la sed se confunde con hambre. También darse cuenta qué sentimientos están llevando a este momento de hambre descontrolada y aprender a controlarlos.

¿Te ha pasado? Aquí algunos consejos para evitar comer en exceso cuando se tiene antojos o hambre emocional.


1. Si te pasa que estás dando vueltas y no sabes de qué tienes ganas, prueba primero tomando agua o alguna bebida que disfrutes (lo ideal sería sin exceso de azúcar). Y date un tiempo para ver si tu cuerpo ya se siente satisfecho o es algo más lo que necesitas.

2. Lleva contigo snacks pequeños, como fruta deshidratada o chocolates (3 o 4 cubitos) que ayuda cuando tienes antojos de dulce, o pistachos/maní para los antojos de sal. Lo importante es tener un snack pequeño a la mano para evitar comprar un paquete entero enorme y acabarse en ese momento.

3. ¿Piensa un momento en tus emociones, quieres comer porque estás estresada? ¿Triste? ¿Preocupada? ¿Ansiosa? Y piensa si comer es algo que va a ayudar a sentirte mejor o simplemente te va a hacer sentir culpable después. Es muy importante entender qué emociones son las que te llevan a comer en exceso y buscar mejores maneras de afrontar esos sentimientos. ¿Por ejemplo, te ayudaría hablar con alguien? ¿Tomarte un descanso o una siesta? Tal vez dar un paseo o salir a caminar unos minutos, etc. Buscar otra actividad que te guste, te calme, te haga feliz; y en los momentos de ansiedad de comer, practicar estas otras actividades que te ayudan a sobrellevar el momento de estrés mucho mejor.

4. ¡Busca ayuda! Si estos momentos de antojos y comer en exceso sin hambre suceden muy seguido, es necesario buscar ayuda profesional. Puede ser de una nutricionista para aprender a alimentarte mejor, distribuir las comidas de manera que se controle el hambre, haya saciedad en las comidas y se disfrute de los alimentos. Aprender a identificar el hambre real de hambre emocional y aprender nuevas maneras de enfrentar los momentos de estrés. Es esencial trabajar en conjunto con una profesional de psicología para manejar la ansiedad, estrés y mejorar la relación con la alimentación a largo plazo, pero sobre todo tener mecanismos de enfrentar el estrés de manera más saludable.

Pon en práctica estos consejos, pero sobre todo busca ayuda si la necesitas. La salud es tanto fisiológica como mental, y aprender a manejar el hambre emocional es algo que te va a ayudar a futuro para mejorar la relación con los alimentos y disfrutar verdaderamente de tu comida.